En un entorno donde la volatilidad de las criptomonedas es la norma, las stablecoins emergen como un faro de certidumbre. Al vincular su valor a activos de reserva, ofrecen equilibrio y eficiencia para usuarios e instituciones.
Este artículo explora su definición, evolución, datos clave y perspectivas futuras.
Las stablecoins son criptoactivos cuyo precio está respaldado por activos de reserva: monedas fiat (90% ligadas al dólar) o materias primas. Actúan como refugio frente a la volatilidad de las criptomonedas convencionales.
Sus principales funciones incluyen:
En septiembre de 2025, la capitalización de las stablecoins ascendió a $293 mil millones, superando los $300 mil millones en oferta total. Durante dos años consecutivos, el mercado registró un crecimiento mensual promedio del 3.44%.
Según estimaciones de JP Morgan, podría elevarse hasta $500–750 mil millones en los próximos años, mientras que a16zCrypto proyecta $3 billones para 2030.
El uso de stablecoins se disparó en 2025:
Entre enero y julio, el flujo total superó los $4 billones, un alza del 83%.
El duopolio de Tether (USDT) y USD Coin (USDC) concentra entre el 87% y el 93% de la capitalización global:
Las motivaciones para adoptar stablecoins se basan en:
Se emplean en:
1. Pagos internacionales de importación y exportación.
2. Remesas desde y hacia economías con sistemas bancarios débiles.
3. Liquidación rápida entre instituciones financieras.
La adopción varía según la región:
• Asia lidera con un 53% de fintech y ecommerce usando stablecoins para pagos internacionales.
• Latinoamérica y África las utilizan intensamente en remesas y comercio.
• Estados Unidos y Europa avanzan bajo un marco regulatorio claro, como la MiCA.
India, Pakistán, Filipinas y Brasil destacan por su crecimiento sostenido.
En 2025, los gobiernos reforzaron su marco legal:
• EE. UU.: aprobación de la Ley GENIUS.
• Hong Kong: promulgación del Stablecoin Bill.
• Unión Europea: entrada en vigencia de MiCA.
El 88% de las empresas en EE. UU. consideran la regulación un catalizador positivo, reduciendo las barreras de cumplimiento a menos del 20%.
El uso ilícito representa apenas el 1% del total. En el primer trimestre de 2025, las transacciones ilegales en stablecoins cayeron un 60%, reflejando mejor monitoreo.
Entre los riesgos figuran:
• Fraude de inversión.
• Extorsión, que aumentó un 380% en 2025.
• Cambios regulatorios imprevistos.
Las reservas de stablecoins en bonos del Tesoro de EE. UU. superan los $150 mil millones, convirtiéndolas en el 17.º mayor tenedor global.
Más del 1% del dólar físico circulante existe ahora como token en blockchains públicas, redefiniendo su rol en la economía mundial.
Se espera un crecimiento de 10× hacia 2030, alcanzando hasta $3 billones. Su consolidación como infraestructura de pagos global promete transformar el acceso financiero y promover inclusión económica a nivel mundial.
La competencia con nuevos emisores y redes blockchain diversificará el ecosistema, pero la promesa de estabilidad y eficiencia seguirá siendo su rasgo distintivo.
Referencias